La Comisión Europea ha impuesto una multa de 1.800 millones de euros a Apple por abuso de su posición dominante en el mercado de distribución de aplicaciones de música para dispositivos que utilizan el sistema iOS y acceden a la App Store. La empresa restringía la información a los usuarios de iOS sobre servicios de suscripción de música alternativos y más económicos, infringiendo así las normas antimonopolio de la Unión Europea.
La investigación de la Comisión ha puesto de manifiesto que Apple, como único proveedor de su propia biblioteca de aplicaciones (App Store), ejerce un control total sobre la experiencia del usuario de iOS en el Espacio Económico Europeo. La empresa establece los términos y condiciones que los desarrolladores deben seguir para acceder a su plataforma, imponiendo restricciones a la información sobre opciones de suscripción de música fuera de la aplicación.
Durante un período de diez años, Apple prohibió a los desarrolladores informar a los usuarios sobre precios y suscripciones alternativas, así como incluir enlaces a sitios web externos.
Algunas de las disposiciones contrarias a la normativa europea son las siguientes:
Prohibición de informar a los usuarios acerca de los precios de suscripción disponibles en Internet, fuera de la aplicación. Así como de informar acerca de las diferencias de precio entre suscripciones en Apple y otros sitios.
Prohibición de incluir enlaces que lleven a sitios web donde se puedan comprar suscripciones alternativas.
Prohibición de contactar con los propios usuarios para informarles de opciones alternativas de configuración de su cuenta.
Todas estas prohibiciones se formulaban para los proveedores y desarrolladores de aplicaciones, afectando negativamente la capacidad de los usuarios de iOS para tomar decisiones informadas sobre sus opciones de suscripción de música.
La Comisión concluyó que estas prácticas violan lo dispuesto en el artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, relacionado con prácticas comerciales injustas.
La sanción impuesta se basa en las Directrices de 2006, considerando la duración y gravedad de la infracción, el volumen de negocios y la capitalización bursátil de Apple. Además de la multa base, se añade una suma adicional de 1.800 millones de euros para garantizar un efecto disuasorio tanto en Apple como en otras empresas susceptibles de incurrir en prácticas similares.
Por otro lado, cabe destacar que la conducta de Apple pudo haber llevado a los usuarios de iOS a pagar precios más altos por suscripciones de música, y que las restricciones afectaron negativamente la experiencia del usuario al dificultar la búsqueda de ofertas fuera de la aplicación. Por ello, además de la multa, la Comisión ordena a Apple eliminar las disposiciones contrarias y abstenerse de prácticas similares en el futuro.
Las partes afectadas pueden presentar demandas por daños y perjuicios ante los tribunales nacionales, respaldadas por la decisión vinculante de la Comisión, sin que la multa reduzca la indemnización buscada por las empresas afectadas.